Shanghai Pudong

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jueves, 9 de julio de 2015

El mercado del matrimonio

En Shanghai, como en casi todas las ciudades de China, se pueden encontrar muchos mercados. El mercado de las flores, el de las telas, el mercado "fake", el mercado de las gafas, y así con cualquier producto susceptible de entrar en una transacción.

Esta semana paseando por el centro de la ciudad me he encontrado con un curioso mercado, de esos que no te esperas, el denominado “mercado de matrimonios”. Aunque más bien lo llamaría mercado de solterones. Un lugar en el que los padres de los mejores y más codiciados solteros y solteras de Shanghai, buscan la media naranja de sus hijos. Parece una práctica anticuada, más propia de siglos anteriores, pero en el centro de Shanghai, en People Square, sucede cada fin de semana desde 2004. Y otras ciudades de China también tienen este espacio tan particular.



La práctica es sencilla, y bien podría asimilarse a una feria de vinos. Las empresas de vino utilizan los mejores selling points posibles de sus bodegas y vinos (puntuaciones en concursos internacionales, prestigio de la bodega, reconocimiento de marca, etc.) para atraer a posibles compradores, luego se negocian precios, cantidades, condiciones y demás. En este caso, son los padres los que tratan de promocionar las cualidades de sus descendientes con sus particulares proposiciones de venta (altura; salario; profesión; posesión de casa o coche; si la hubiera, lugar permiso de residencia (hukou), muy importante, etc.) para encontrar a otros padres desesperados por que su hijo o hija forme una familia.

                                              
Hombre nacido en junio de 1983, estatura 1.70. Estudió arquitectura en la Universidad de Tongji. Arquitecto con un sueldo anual de 300.000 RMB. Busca mujer de entre 1.58 y 1.60 metros de altura, nacida entre los años 85 y 87 y que haya acabado la Universidad.


Mujer nacida en 1973, 1,61 metros de altura. Tiene cursados estudios hasta el Master y trabaja en un hospital. Tiene buen carácter, responsable, le gusta escuchar música y viajar. Busca hombre, que sea mayor que ella (hasta 5 años mayor) y que haya al menos acabado la Universidad. Que sea responsable, cariñoso, que sepa perdonar (¿?)y de generosa salud.


Muchos de los hijos anunciados en los carteles no saben que sus padres le están haciendo "el favor" de buscarle la pareja perfecta, de lo contrario es probable que no les dejaran. Pero lo cierto es que este mercado viene a reflejar un problema de fondo: muchos chinos, hablo en masculino esta vez, tienen dificultades para encontrar pareja, dada la diferencia entre la cantidad de hombres y mujeres en el país. Algunos estudios calculan que en el año 2020 habrá 24 millones más de hombres que mujeres en China (quizás sea en ese momento cuando algún directivo comunista se le ocurra permitir el matrimonio homosexual, al menos entre hombres). Por otra parte, las jóvenes, especialmente mujeres, sufren una presión desmesurada por parte de los padres para encontrar pareja y casarse. Una mujer a los 30 años, a ojos de la tradicional población china, debería estar ya casada y con hijos. No obstante, esta tendencia está cambiando, pues muchas mujeres con grandes aspiraciones profesionales casi prefieren renunciar a su vida personal, al menos durante unos años, para poder centrarse en su carrera. Nótese que lo que los anglosajones llaman el "glass ceiling", ese techo o límite que para las minorías y mujeres es difícil de sobrepasar en sus carreras profesionales, es aún más duro y grueso en China. Muchas veces, la única manera que hay de romper ese techo es dedicación absoluta al trabajo. 

Debido a la gran presión que tienen los jóvenes para formar una familia y quizás el morbo que ello supone, uno de los formatos de programa televisivo de más éxito en China es el de las citas a ciegas, aunque mucha gente crea que en la actualidad es todo puro teatro (¿les suena de algo?). Muchos chinos admiten también tener citas a ciegas de vez en cuando, normalmente con jóvenes recomendadas por amigos en común o familiares. Es una de las principales vías por la que los chinos reconocen haber conocido a su pareja. 


 
También es habitual la figura de un intermediario (al fondo), que reúne varias solicitudes y por un económico precio anuncia los diferentes perfiles de los solteros y luego comunica a los padres los datos de contacto de las personas interesadas.

Volviendo al mercado de solteros, es curioso como en China conviven prácticas que parecen milenarias, con una población que vive probablemente en el país más avanzado del mundo en lo que respecta a smartphones y aplicaciones de móviles. Intentaré contarles acerca de ello en las próximas semanas. 

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